Mientras que existían similitudes entre Guatemala y Salvador, como que ambos tenían gobiernos demócrata-cristianos, Cerezo desde un principio identificó algunas discrepancias entre ambos.
Guatemala -Salvador
Se tiene una política de apertura que busca disminuir la polarización típica del contexto de Guerra Fría. Experimenta en este momento una guerra que trae como consecuencia una visión más afín a la ideología de EEUU.
Valora altamente los beneficios del grupo Contadora En junio de 1986 da por concluida la función del grupo, debido a que no cumplió sus objetivos de pacificación.
A pesar de que son significativas desde un punto de vista de conformación de una agenda de política exterior, estas diferencias no impiden la prolongación de las relaciones armoniosas, las cuales se enfocan principalmente en el ámbito económico, teniéndose como ejemplos el fomento al comercio, charlas sobre el pago de la deuda que tiene Salvador con Guatemala y la interconexión eléctrica que inauguran en 1986 los mandatarios de ambos Estados.
Nicaragua
Este país es fuente de preocupaciones y discusiones entre los demás Estados del Istmo, debido a las particularidades del régimen sandinista. Al enfrentarse a un posible aislamiento, inevitable consecuencia de su situación como gobierno izquierdista dentro de un territorio que es área de influencia estadounidense a finales de Guerra Fría, Nicaragua agradece la postura que sostiene el gobierno de Cerezo. Según M. Yopo, éste “no sólo ha logrado bajar el perfil del alineamiento con EE.UU. sostenido por los otros integrantes de América Central, sino que ha abierto espacios claros de diálogo que han servido de amortiguador en el espiral de confrontación que afecta al Istmo”, pudiéndose afirmar que se conforma así en una especie de freno para el tejido diplomático cerrándose en torno a Nicaragua. Guatemala se asegura de esta manera un buen acercamiento comercial con su controversial vecino.
Hay un período de enfriamiento de las relaciones, ante sucesos como la aproximación de Guatemala al Grupo de Tegucigalpa, la reunión del CONDECA, y su negación a ratificar la condena hecha previamente de los contras nicaragüenses en el foro de la Unión Interparlamentaria Mundial.
Esto se resuelve rápidamente mediante la diplomacia, declarando después el presidente Daniel Ortega que “Guatemala respeta nuestro proceso revolucionario”.
Honduras
Se experimentan aquí algunas dificultades, tanto por la posición algo más conflictiva que adopta Honduras con respecto a Nicaragua (producto de la demanda que le impuso éste ante la Corte Internacional de Justicia) como por el retiro de Guatemala de la Cámara de Compensación Centroamericana que provoca que Honduras le cierre las fronteras comerciales, interrumpiendo el provechoso intercambio que habían sostenido. Esto se intenta solventar con el envío de una misión oficial a Tegucigalpa en octubre de 1986 que, mientras que no logra sus cometidos en el área económica, resuelve el problema de los refugiados e indocumentados guatemaltecos que se encuentran en Honduras.
Costa Rica
Finalmente, el diálogo con Costa Rica se centra en el conflicto en el que está involucrado el Istmo, y el proceso de negociación dirigido a su resolución. Esto es debido a que el presidente Oscar Arias emite discursos con “una fuerte retórica respecto a la democratización del área”, similar a lo expresado por Honduras y El Salvador, y esto, junto con la no firma del Acta de Contadora y el hecho de que Nicaragua también presentó una acusación en su contra ante la CIJ, hace que el estado se desentienda de las discusiones regionales en este caso.
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